Este Articulo fue publicado el martes 7 de agosto del 2007 siendo un tal general Consuegra, jefe de la comandancia Este de la Policia Nacional en la Romana...
Una semana después fue destituído por el Dr. Leonel Fernández, Presidente constitucional de la República Dominicana.
A veces creo que soy el único puede verlo; Que nadie mas palpa la situación; Observo el silencio de los que tienen una ruta directa para mecanizar un mejor modelo de eficacia policial, mas se muestran indiferentes… Entonces es cuando consulto algunos amigos y colegas sobre porque la ciudad de la Romana se muestra pasiva frente al decadente y febril ejercicio de una gerencia policial retrograda, QUE NO HACE NADA!
Cuando pienso y escucho las posiciones de mis consultados, me doy cuenta que aun ellos estando en desacuerdo con la inservible gestión que nos abruma, todos se muestran impasibles;
Entonces surge una pregunta:
Porque el actual general de la Romana no merece un minuto mas en el cargo?
Es muy sencillo:
Pues le diré que la ciudad de la Romana, ha dado un paso fuera de serie frente a los escrutadores internacionales, estamos compitiendo de lleno para sostener el concepto postglobal de marca ciudad y somos considerado como una localidad modelo de supra categoría, por consiguiente ya somos una ciudad donde los ojos del mundo ven constante veces, frente a esa realidad hay algo que de seguro ha llegado implícito a este concepto de modelo internacional y es el ejercicio efectivo de nuestras autoridades, ya no podemos votar por cualquiera que aparezca en una boleta, porque al nosotros como ciudad, escalar peldaños, se hace casi indiscutibles que el perfil de los que nos dirigen cambie a las exigencias ya ponderadas; Se imagina usted entonces nuestra ciudad llena de glamour y con una policía sin proyectos, sin estrategias, descabezados, sin un norte claro para perseguir la enseñoreada delincuencia, esto atenta contra la estabilidad social, pero aun mas, contra la ya ganada reputación mundial de nuestra provincia, que al parecer el actual general, como neófito que es, ni cuenta se da en la ciudad que él esta parado, con suma razón los míseros policías andan de banca en banca buscándose lo suyo y en vez de estar patrullando en las calles, están asignados a negocios de pachangeria.
Pero esto toma un mayor ribete cuando nos situamos en la realidad latente que ha vivido nuestra urbe en los últimos periodos policíacos, pues al comparar los datos ofrecidos en la pagina de la procuraduría (http://www.procuraduria.gov.do/) y de la misma policía (http://www.policianacional.gov.do/), es notorio que en la ciudad de la Romana el incremento de muertes violentas después de llegar el inútil incúmbete policial de la Romana ha tenido un ascenso alarmante que la población no percibe porque algunos comunicadores se enmudecen para no perder la invitación que con frecuencia el jefe de la policía le hace en su villa en Casa de Campo para disfrutar del vino que encarnece la miopía de los que no observan una realidad patética. Es entonces que en mas de una ocasión hemos llamado a la comunidad política de la provincia a reclamarle al jefe de estado la sustitución inmediata de este general simulador y que su gusto mayor es el ejercicio de culto a su persona.
Pero algún día cuando la sensatez pueda ser lúcida en nuestra presencia todos los que estamos convencidos de lo insuficiente y del inocultable abismos que nos ha metido el actual jefe policial de la Romana, juntos cual orfeón entonaremos el Réquiem de Mozart, al decir en su parte central Dies Irae: Día de la ira!
Cuando pienso y escucho las posiciones de mis consultados, me doy cuenta que aun ellos estando en desacuerdo con la inservible gestión que nos abruma, todos se muestran impasibles;
Entonces surge una pregunta:
Porque el actual general de la Romana no merece un minuto mas en el cargo?
Es muy sencillo:
Pues le diré que la ciudad de la Romana, ha dado un paso fuera de serie frente a los escrutadores internacionales, estamos compitiendo de lleno para sostener el concepto postglobal de marca ciudad y somos considerado como una localidad modelo de supra categoría, por consiguiente ya somos una ciudad donde los ojos del mundo ven constante veces, frente a esa realidad hay algo que de seguro ha llegado implícito a este concepto de modelo internacional y es el ejercicio efectivo de nuestras autoridades, ya no podemos votar por cualquiera que aparezca en una boleta, porque al nosotros como ciudad, escalar peldaños, se hace casi indiscutibles que el perfil de los que nos dirigen cambie a las exigencias ya ponderadas; Se imagina usted entonces nuestra ciudad llena de glamour y con una policía sin proyectos, sin estrategias, descabezados, sin un norte claro para perseguir la enseñoreada delincuencia, esto atenta contra la estabilidad social, pero aun mas, contra la ya ganada reputación mundial de nuestra provincia, que al parecer el actual general, como neófito que es, ni cuenta se da en la ciudad que él esta parado, con suma razón los míseros policías andan de banca en banca buscándose lo suyo y en vez de estar patrullando en las calles, están asignados a negocios de pachangeria.
Pero esto toma un mayor ribete cuando nos situamos en la realidad latente que ha vivido nuestra urbe en los últimos periodos policíacos, pues al comparar los datos ofrecidos en la pagina de la procuraduría (http://www.procuraduria.gov.do/) y de la misma policía (http://www.policianacional.gov.do/), es notorio que en la ciudad de la Romana el incremento de muertes violentas después de llegar el inútil incúmbete policial de la Romana ha tenido un ascenso alarmante que la población no percibe porque algunos comunicadores se enmudecen para no perder la invitación que con frecuencia el jefe de la policía le hace en su villa en Casa de Campo para disfrutar del vino que encarnece la miopía de los que no observan una realidad patética. Es entonces que en mas de una ocasión hemos llamado a la comunidad política de la provincia a reclamarle al jefe de estado la sustitución inmediata de este general simulador y que su gusto mayor es el ejercicio de culto a su persona.
Pero algún día cuando la sensatez pueda ser lúcida en nuestra presencia todos los que estamos convencidos de lo insuficiente y del inocultable abismos que nos ha metido el actual jefe policial de la Romana, juntos cual orfeón entonaremos el Réquiem de Mozart, al decir en su parte central Dies Irae: Día de la ira!
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