En abril (2007) fui invitado a la conferencia titulada: “El nuevo código procesal penal y la delincuencia en la Republica Dominicana”, Esta la enuncio con bastante elocuencia el prestigioso jurista Jotin Cury -Hijo-.
El ambiente fue muy agradable ya que estábamos allí, una cantera de hombres y mujeres talentosos de la ciudad; Concurrieron prestigiosos Abogados, Jueces, Fiscales, Regidores y profesionales de otras área interesado por el tema.
Al inicial su ponencia, Jotin hizo un gran esfuerzo para conquistar el auditorio y demostrar que el auge de la delincuencia se debe a la fragilidad del sistema judicial y además a la falta de oportunidades que el estado puede ofertar a la población en general; Cuando escuche esto pensé muy preocupado sobre lo que se estaba planteando, y no resistí tal aseveración, al llegar el momento de interactuar con el auditorio le plantee lo siguiente: Como es que se puede sustentar que el aumento de la delincuencia se debe esencialmente a la falta de oportunidades que hay en el país y además a la fragilidad del sistema de judicial, pues cuando comparamos la Republica Dominicana con otros países desarrollados donde hay equidad judicial y donde la necesidades perentorias están “garantizadas” nos damos cuenta que los países que cuentan con este handicap a su favor, la delincuencia se enseñorea en la misma dimensión que en nuestro país.
El conferencista a sabiendas que el planteamiento hecho no podía ser refutado tan fácilmente, asevero con certidumbre la reflexión que acababa de escuchar y expuso entonces la falta educacional como el talón de Aquiles de la cuasi soberana delincuencia.
Los problemas nodales que afectan nuestra sociedad si bien es cierto que tienen un gran ahínco, en el desequilibrio social y judicial, no es menos cierto que hay conjugaciones mas amplias que tenemos que tomar en cuenta; Un país donde los últimos quince años la inversión social ha sido una media de 6.8 por ciento del PIB, mientras que en Latinoamérica han invertido en el mismo trayecto 14.4 por ciento, es un país con ciertas limitaciones para crecer en dimensiones cualitativas.
Con esas desventajas proyectamos una amplificación de nuestra problemática, ya que los estados mas prósperos del mundo han centrado como base de su crecimiento el valor integro de la educación; Finlandia, Singapur y china son ejemplos insoslayable del crecimiento a través de la eficiente educación, estos países hacen cincuenta años estaban en la misma situación que nos encontramos en este momento, mas sin embargo hoy son ejemplos de que el principal activo para erradicar la desigualdad social es afincándonos en un régimen educacional vigoroso y sin tropiezo.
Es bueno puntualizar que cuando me refiero a educación, es en el concepto mas amplio de la palabra, donde todos los actores representante de la sociedad al unísono converjan en un sistema de equilibrio unilateral, para promover a la larga escala lo que queremos en la Republica Dominicana.
El ambiente fue muy agradable ya que estábamos allí, una cantera de hombres y mujeres talentosos de la ciudad; Concurrieron prestigiosos Abogados, Jueces, Fiscales, Regidores y profesionales de otras área interesado por el tema.
Al inicial su ponencia, Jotin hizo un gran esfuerzo para conquistar el auditorio y demostrar que el auge de la delincuencia se debe a la fragilidad del sistema judicial y además a la falta de oportunidades que el estado puede ofertar a la población en general; Cuando escuche esto pensé muy preocupado sobre lo que se estaba planteando, y no resistí tal aseveración, al llegar el momento de interactuar con el auditorio le plantee lo siguiente: Como es que se puede sustentar que el aumento de la delincuencia se debe esencialmente a la falta de oportunidades que hay en el país y además a la fragilidad del sistema de judicial, pues cuando comparamos la Republica Dominicana con otros países desarrollados donde hay equidad judicial y donde la necesidades perentorias están “garantizadas” nos damos cuenta que los países que cuentan con este handicap a su favor, la delincuencia se enseñorea en la misma dimensión que en nuestro país.
El conferencista a sabiendas que el planteamiento hecho no podía ser refutado tan fácilmente, asevero con certidumbre la reflexión que acababa de escuchar y expuso entonces la falta educacional como el talón de Aquiles de la cuasi soberana delincuencia.
Los problemas nodales que afectan nuestra sociedad si bien es cierto que tienen un gran ahínco, en el desequilibrio social y judicial, no es menos cierto que hay conjugaciones mas amplias que tenemos que tomar en cuenta; Un país donde los últimos quince años la inversión social ha sido una media de 6.8 por ciento del PIB, mientras que en Latinoamérica han invertido en el mismo trayecto 14.4 por ciento, es un país con ciertas limitaciones para crecer en dimensiones cualitativas.
Con esas desventajas proyectamos una amplificación de nuestra problemática, ya que los estados mas prósperos del mundo han centrado como base de su crecimiento el valor integro de la educación; Finlandia, Singapur y china son ejemplos insoslayable del crecimiento a través de la eficiente educación, estos países hacen cincuenta años estaban en la misma situación que nos encontramos en este momento, mas sin embargo hoy son ejemplos de que el principal activo para erradicar la desigualdad social es afincándonos en un régimen educacional vigoroso y sin tropiezo.
Es bueno puntualizar que cuando me refiero a educación, es en el concepto mas amplio de la palabra, donde todos los actores representante de la sociedad al unísono converjan en un sistema de equilibrio unilateral, para promover a la larga escala lo que queremos en la Republica Dominicana.
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